lunes, 1 de septiembre de 2014

Guía, consejos y recomendaciones para catar & degustar la cerveza correctamente



Disfrutar de una buena cerveza, es uno de los mayores placeres que pueden existir en la vida, pero no siempre se realiza de la forma adecuada o correcta.

Hay que tener en cuenta, que una variedad puede diferir totalmente de otra, y aunque se trate de cerveza (como la mayoría de los no iniciados podría pensar), cada una posee sus características propias identificativas.

Para poder apreciar dichas características, es fundamental ya no solo servirlas en su copa o vaso de servicio recomendado, sino que se ha de catar de forma idónea (y no solo en lo referente al servicio), puesto que según ante que estilo nos encontremos, debemos optar por una cristalería u otra donde podamos realzar las propiedades organolépticas (poder percibir los matices con los sentidos) de la espumosa en cuestión.

Tras ver en infinidad de lugares un total y absoluto desprecio por la cerveza y al cliente a partes iguales, donde ni se molestan en incorporar no sólo una cristalería adecuada para cada variedad, sino en total ausencia de ésta o divisar atrocidades al observar como se beben ciertas elaboraciones, es por ello que me animé a realizar esta entrada.

El motivo de ella, es meramente informativo y didáctico, haciendo especial hincapié en estos pequeños pero grandes detalles que pueden resultar una diferencia abismal para quiénes se animen y sigan estos pasos por primera vez (nadie nace sabiendo todo ello y es la experiencia así como práctica lo que nos permite realizarlo correctamente).

Dicho sea de paso, os invito a que por favor reclaméis respeto por la cerveza y por vosotros como clientes, ya que tenemos (me incluyo) derecho a disfrutar de nuestra espumosa como es debido.

Las comparaciones si existen es por algo, y esta vez, vuelvo a utilizar como ejemplo el mundo del vino:

Si se va a un restaurante, bar, local de tapas... y no se tiene una carta de vinos o peor aún, si no se tienen copas idóneas para cada variedad, esa persona encargada del establecimiento deseará poco menos que haber nacido.

Las críticas negativas le lloverán a raudales, se hablará mal del establecimiento, se le acusará de irrespetuoso y de una notable incultura así como falta de profesionalidad hostelera... pero en cambio si es con la cerveza, aquí no pasa nada y no te molestes en usar una copa o vaso (y no hablemos ya de pedir una carta de cervezas).

Ojalá llegue el día en que éstas cosas formen parte del pasado, pero mientras ese día no llegue, muchos seguiremos luchando y reivindicando por ello.

Después de esta introducción y opiniones personales con respecto al tema, doy paso a los consejos así como recomendaciones para catar de forma correcta la cerveza:



Localización

Tan importante es elegir adecuadamente el lugar como su servicio y apreciación.

Debemos seleccionar una habitación bien iluminada y libre de ruidos molestos que impidan la concentración, y por tanto, la correcta cata de la cerveza en cuestión.
Creo que muchos me darán la razón, cuando hemos querido disfrutar relajados de una cerveza algunas veces, pero el bullicio (sea de gente hablando, música o vehículos de la calle) lo ha impedido dando una sensación de molestia.

También, es fundamental que la habitación donde se cate la espumosa en cuestión, esté libre de olores agresivos, como el del tabaco, limpiadores, perfumes, colonias... que impidan la correcta captación de matices y nos confundan durante el proceso.



Servicio

Cada variedad del género cervecero que catemos, debe servirse en su copa o vaso de servicio recomendando como podréis leer aquí.

La misma espumosa servida en diferente cristalería, nos dará unos matices así como concentración diferentes, siendo algo que invito a que se pruebe y se vea por uno mismo.

Por otra parte, la copa o vaso de servicio donde se proceda a catar nuestra cerveza, no debe contener restos de limpiador o lavavajillas, que podrían alterar el sabor y aroma de la misma.
Por ello, es recomendable enjuagar la cristalería un par de veces para asegurarnos antes de proceder a la cata.



Tacto

El tacto es el primer sentido y paso de la cata.

Nos permite controlar tocando la botella, de una forma aproximada, la temperatura a la que se encuentra la cerveza que vamos a catar.
Es fundamental su control para que el frío no enmascare el aroma y sabor de la espumosa (también cuanto mas fría, menor creación de espuma).

Por poner unos ejemplos, no es lo mismo catar una lager o pilsen (que suelen tomarse entre los 4 y 7ºC) que una imperial stout (entre 10 y 14ºC) donde a medida que ganan temperatura, lo hacen en matices e intensidad.

El tacto, es el autor de servir cada variedad en su copa o vaso, y me gustaría hacer especial hincapié, que cuando sirvamos la espumosa lo hagamos en un ángulo de unos 45º sin mover la botella, pero sí se podría mover la cristalería seleccionada durante el servicio.

Y por supuesto, también es el responsable que podamos abrir la cerveza en cuestión.



Oído

El oído es el segundo sentido y paso de la cata.

Con la apertura de la espumosa, podremos percibir la cantidad de carbónico que posee según el sonido que produzca, lo que nos podría dar dos polos opuestos: sobre carbonatación o corrupción con ausencia de éste por algún defecto concreto de elaboración.

También entra en juego, cuando brindamos y escuchamos el "clin" al desearnos el clásico "salud".



Vista

La vista es el tercer sentido y paso de la cata.

Tras el servicio de la cerveza, podremos apreciar detalles fundamentales y evidentes que nos llevarán a intuir ante qué genero elaborativo nos encontramos.

Divisaremos el color, concentración de carbónico, densidad así como cremosidad de la espuma, si posee posos o está filtrada... detalles que jamás apreciaríamos si se bebiese en botella.

Un hecho la famosa frase "lo que no gusta a los ojos, no gusta a la boca".

Como paso previo a la cata, la vista muchas veces subliminalmente nos incita a elegir una espumosa en concreto, pues una llamativa etiqueta o diseño de la misma, puede condicionarnos a la hora de optar por comprar una marca u otra.



Olfato

El olfato es el cuarto sentido y paso de la cata.

Con él, podremos descubrir las notas características de la elaboración, si posee aromas secundarios, terciarios e incluso si se aprecian signos de contaminación o corrupción en la cerveza.

Con cada copa o vaso de servicio recomendado, se realzarán dichos matices para que la espumosa nos ofrezca todo su potencial aromático (es por ello que muchas marcas invierten un capital considerable para tener en el mercado la cristalería adecuada para su elaboración).

Se debe oler antes que beber nuestra cerveza (y no viceversa) algo que he visto en muchas ocasiones, y también, debemos agitar en círculos el contenido para que se desplieguen la mayor cantidad de aromas posibles.

Encontraremos diferentes matices que podrían predominar como los maltosos (caramelo, café, chocolate, frutos secos, cereales...), lupulizados (cítricos, herbales, florales, resina, pino...) u otros mas característicos como las notas a levadura, especias, ahumados o licor por poner algunos ejemplos.

Una cerveza puede enamorar desde el primer momento por su espectacular aroma, no le privemos ese placer que tanto llevaba aguardando.

También pueden existir, como decía anteriormente, signos de contaminación donde detallo algunos de los mas comunes en el mundo cervecero:

-Acetaldehído: aroma a manzana (cuando no proceda en el estilo).
-Acetato: aroma a disolvente o producto químico.
-Acético: aroma avinagrado (siempre y cuando no sea una lambic como las gueuze o una sour).
-Acido butírico: aroma rancio y muy desagradable.
-Diacetilo: aroma a mantequilla o similares.
-DMS: aroma a verduras cocidas. A veces se manifiesta en aroma enlatado.



Gusto

El gusto es el quinto sentido y paso de la cata.

Al igual que en el aroma, podremos descubrir los matices que la cerveza nos presenta correctamente siempre y cuando esté a la temperatura idónea.

Es el último, pero no por ello, menos importante paso. Es la prueba de fuego, donde nos dirá si una cerveza gusta o por el contrario no lo hace.

Descubriremos según que elaboración degustemos, multitud de notas al igual que en el paso de captación olfativa, donde es totalmente subjetiva la opinión de cada uno al respecto.

Recomiendo dejar el primer sorbo unos segundos en boca para descubrir el potencial de la espumosa en concreto.
Es aconsejable repetirlo nuevamente y a pequeños sorbos, puesto que beber rápidamente, impide su correcta apreciación.

Me gustaría hacer especial hincapié, que si una cerveza posee un sabor avinagrado, ácido o astringente (y no se trate de una lambic, kriek, gueuze o sour) es una evidente señal de contaminación que podría pasar algo desapercibida si la cerveza está muy fría y no a su temperatura.

También, durante el proceso degustativo, si se realiza en copa o vaso se tragará menor cantidad de carbónico que si se bebiera directamente de la botella, por lo que reduce el malestar e hinchazón característicos que muchas personas sufren por ello u otros que afirman "no gustarle la cerveza debido a que posee mucho gas".

Hablo de intentar describir los matices de la cerveza, pero lo que es indescriptible, es esa sensación de disfrutarla y maravillarse de principio a fin con una nueva variedad, o simplemente, con nuestra favorita poniendo broche a un magnífico día.



Espero que os resultara interesante la entrada, y me alegraría infinitamente, si gracias a ello provoco que much@s se interesen mas por esta inmensa cultura creándoles un punto de inflexión así como redescubrir la cerveza como es debido .

¡Un fuerte abrazo a tod@s y salud amig@s!

© Benji Gómez

Fuente imágenes & Copyright: propia & Google


4 comentarios:

  1. Una maravilla compañero. Fantástico aporte! :D

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    1. ¡Muchísimas gracias compañeros cerveceros!

      Es toda una alegría que resulte interesante.

      ¡Saludos y salud desde Cádiz a Canarias!

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  2. Artículo interesante y buenos consejos para degustar una cerveza.
    Saludos.

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